Al principio de cada formación de apoyo entre iguales que imparte, Rebekah McCloy, formadora de Vaya, cuenta la historia de una mujer que, día tras día, permanece en silencio al borde de una carretera muy transitada. El marido de la mujer, confuso y preocupado por el nuevo hábito de su esposa, le preguntó qué estaba haciendo. Su mujer, que había intentado tantas veces dejar de consumir drogas, le dijo que estaba intentando reunir el valor necesario para salir al tráfico. Se había dado por vencida, y eso le rompió el corazón. Cogió el teléfono y llamó a la línea de crisis de salud mental del Vaya.
El final de la historia siempre es recibido con sorpresa. "Yo era esa mujer. Vaya Health me ayudó a ponerme en el camino de la recuperación, en el que sigo hoy", comparte Rebekah. "Vaya Health me salvó la vida".
Después de vivir con un trastorno por consumo de sustancias y con su salud mental durante más de 30 años, Rebekah encontró un salvavidas a través de la llamada que le hizo su marido. Y ahora, el mismo lugar al que atribuye haberle salvado la vida le da el propósito de apoyar a otros en sus propios viajes de recuperación.